La Asociación

Lucullus –la Asociación Gastronómica Francesa en Argentina– es una asociación sin fines de lucro que nació a principios del 2010 y reúne a los profesionales de la gastronomía francesa en Argentina y promueve el savoir-faire francés a través de eventos didácticos y abiertos al público.

La agrupación está compuesta por unos 30 integrantes radicados en Argentina, tiene como objetivo fomentar una red de profesionales gastronómicos franceses o francófonos y favorecer el desarrollo de la gastronomía francesa. Esta integrada por chefs de restaurantes, de hoteles, chefs de establecimientos gastronómicos de trayectoria, restaurantes independientes, catering, panaderías, pastelerías, escuelas culinarias y hoteleras.

Comisión Directiva

  • Presidente: Mathieu Benoit
  • Vicepresidente: Jacqueline Albajari
  • Secretaria general: Karina Gao
  • Tesorero: Jean Lauriot
  • Revisión de las cuentas: Antoine Dumazer
  • Revisión de las cuentas suplente: Morgan Chauvel

 

  • Presidenta de honor: Beatriz Chomnalez
  • Presidente de honor: Jean-Paul Bondoux
  • Fundadora: Ode Vergos

 

¿Quién era Lúculo?

Lúculo, el gourmet de la Roma clásica luculoLucio Licinio Lúculo nació hacia el año 110 a.C. Sirvió bajo las órdenes de Sulla durante la guerra civil de 90-88 a.C. Volvió de la campaña riquísimo, convirtiéndose en una de las mayores fortunas de Roma. El lujo y la opulencia que lo rodeaban eran de tal magnitud que se convirtió en el paradigma de la exquisitez y el refinamiento. La palabra inglesa «luxury» (no confundir con nuestra lujuria), que se emplea para expresar lujo, refinamiento y exquisitez, deriva de «lucullian» o luculiano, adjetivación del nombre de nuestro personaje. Casi a diario, celebraba opíparas cenas, en alguno de los doce comedores de los que disponía su mansión. Este es el origen de la expresión «cenas luculianas». La exquisitez en la mesa era inseparable del fomento de la cultura. La anécdota más conocida de Lúculo da origen a la frase «Lúculo cena en casa de Lúculo». Esta frase se usa para indicar que alguien exquisito en la mesa lo es en todo momento, sin necesidad de tener invitados, y que un epicúreo lo es de corazón y no por aparentar. La anécdota es la siguiente: una vez que cenaba sólo, sin tener ningún invitado, le sirvieron una cena mediocre, él, llamando a su mayordomo, lo interrogó. El mayordomo se disculpo diciendo que como no había ningún invitado no había creído necesario servir una cena más suntuosa. Lúculo respondió «Entonces, ¿no sabías que Lúculo cenaba con Lúculo?».

 

Retratos de los miembros